"Los cuentos de la imaginación" tiene tres lineas editoriales: en elnsayo el cuento y la fotografía (cinematográfica también)
domingo, 8 de noviembre de 2009
lunes, 19 de octubre de 2009
esbozo de lo que es una imagen
sábado, 8 de agosto de 2009
jueves, 23 de abril de 2009
La verdadera cámara es el cerebro
Un día el fotógrafo se vio en la necesidad de salir sin su cámara la cuál sufrió un desperfecto en el último de sus viajes. Al no tener aquél aparato extensión de sus sentidos cargado al hombro, decidió mirar la realidad sin tener en sus manos la posibilidad de petrificarla. En aquellos días la semana santa estaba ya bien entrada, la ciudad vacía y las procesiones se encontraban a flor de piel. Por todos lados comenzó a mirar esas conglomeraciones de gente que salían a celebrar la muerte y resurrección del hombre más famoso de la historia occidental: Cristo.
El anterior es un tema los suficientemente vasto para apretar y apretar durante varios días el gatillo de la caja negra, pero la ausencia de la misma comenzó a introducir al fotógrafo en un mundo en el que las imágenes se detenían solas en su imaginación. El atrio de la catedral repleta de árboles infestados con bugambilias iluminadas por un haz de luz penetrante entre las ramas, los cadáveres de los árboles petrificados y secos mostrando texturas azotadas por el paso de incontables décadas, el suelo repleto de hojas con tonos ocre moviéndose como si estuviesen electrificadas, la cara del hombre que vende golosinas para sobrevivir en la festividad religiosa del pueblo, la gente bebiendo alcohol, café o atole y comiendo elotes negruzcos asados envueltos en la hoja del maíz, o caramelos de colores estridentes, muéganos, coco en dulce, jícamas con chile, pan de pueblo, quesadillas de carne, de flor de calabaza, de huitlacoche, de tinga de res o de pollo, de queso, de chicharrón etcétera.
No hubiese dado tiempo a que la cámara del fotógrafo captara tan vertiginosa secuencia de las imágenes que se le venían a la cabeza y fue entonces cuando comprendió aquel concepto de “imaginación cinematográfica” y la diferencia entre la cordura y la locura. Si el ser humano no tuviera la capacidad de detener, con ayuda de una cámara fotográfica, de la palabra, el concepto o el razonamiento lógico, ese cúmulo de imágenes que le llegan del exterior seguro se volvería loco. Y es que el fotógrafo tiene alma de matemático, necesita un contra peso racional que lo saque continuamente del cinematógrafo imaginario que su mente produce sin razón alguna. Y es que la locura es un tema de disciplina, no cualquiera se vuelve loco. El loco se hace porque quiere y pocos están dispuestos a lograrlo, incluso el fotógrafo.
Al llegar a este punto de reflexión y a la jaqueca producida por el caudal de imágenes que su cerebro captaba, el fotógrafo decidió balancear su sensibilidad y optar por beberse un trago de tequila y grabar en su mente sólo algunas de las imágenes de aquella tarde del naciente mes de abril. De regreso a su casa, alguna voz interna le indujo a dibujar las imágenes almacenadas en su memoria para después fotografiarlas y así obtener una imagen de aquella festividad y cuando lo intentó aquellas se habían esfumado. Se vio en la misma situación que cuando tenemos un sueño cuya presencia transcurre y escarba en las profundidades de la experiencia y que cuando despertamos no recordamos más que pequeños destellos de las situaciones endebles, transparentes, sin opacidad y contraste en las cuales nos encontrábamos antes de despertar, dejando durante días esa sensación de incertidumbre y frustración por ser incapaces de recordar lo que soñamos. El producto de aquella experiencia es un dibujo del rostro de una anciana escudriñada entre las paredes viejas de un templo en ruinas. La elaboración del dibujo y la recuperación fiel del recuerdo de ese rostro arrugado le llevó al fotógrafo más de la mitad de su vida. Cuando lo terminó nunca lo fotografió, la técnica fotográfica se la había olvidado, entonces se dio cuenta de que la imagen evocaba su propia muerte, intencionalmente se había vuelto un loco.
miércoles, 15 de abril de 2009
Revolución copernicana...
martes, 31 de marzo de 2009
viernes, 20 de marzo de 2009
Bukowsky, Escritos de un viejo indecente (fragmento)
Escritos de un viejo indecente, Bukowsky (fragmento)
“…pero tengo un viejo aforismo (me dedico a los aforismos mientras ando hecho un andrajo) que dice que el conocimiento es, si no se aplica, peor que la ignorancia. porque si haces conjeturas y no resulta, puedes muy bien decir, mierda, los dioses están contra mi. pero si sabes y no haces, tienes desvanes y pasillos oscuros en la mente por los que bajar y subir y despistarte. eso no es sano, lleva a situaciones desagradables, a beber demasiado y a la máquina de hacer picadillo.”
domingo, 15 de marzo de 2009
Fragmentos del recuerdo
POR ENRIQUE MANZO
Y el fotógrafo siempre se despide con nostalgia de los lugares donde ha estado, donde su cámara ha pasado y plasmado costumbres, arquitectura, flores, plantas, animales, paisajes y gente.
miércoles, 11 de marzo de 2009
La fortaleza
POR ENRIQUE MANZO
martes, 10 de marzo de 2009
La existencia de los pájaros
Buscaba imágenes por el suelo: escarabajos, gusanos, plantas, ladrillos, flores, basuras, piedras, agua. Logró tomar algunas fotos de lo que buscaba y es que siempre pensaba que el intelecto pone a priori en la realidad lo que él desea encontrar, tal como lo hace la ciencia, donde basta plantearse una hipótesis y cometer trampas y artimañas para comprobarla y luego predicar de ello, que el resultado es un conocimiento incuestionable. Que la ciencia sea una mentira, ya lo han dicho varios y basta prender la televisión para darse cuenta de ello. Basta observar un poco del espectáculo mediático para encontrar una serie de farsas avaladas por el conocimiento científico: la venta de medicinas, los productos para conservar un cuerpo saludable y esbelto o los productos de limpieza con su nuevo sello ecológico y un largo etcétera.
Esto fue lo que pensó el fotógrafo al poner su lupa en el suelo. Quería encontrar lo que deseaba, pero nunca pudo pensar en lo que no quería encontrar, para ello tuvo que imaginar y voltear al cielo. Ahí se dio cuenta de la existencia de los pájaros.
De la fotografía
POR ENRIQUE MANZO
Hay distintas maneras de abordar una pregunta ontológica, una pregunta que se refiera a la esencia de algo. La que aparece en el título es una pregunta de este tipo, y nos interroga por aquello que hace que la fotografía no sea cualquier otra cosa relacionada con la imagen que aquello que es. Esto último le forma parentescos con expresiones artísticas como la pintura, el dibujo, el cine, las cuales comparten algo con la imagen, sin ser por ello fotografía. Entonces, ¿qué sea la fotografía? Contestar esta pregunta nos remite, sólo en parte, a establecer relaciones o diferencias con otro tipo de imágenes que no sean fotografía, con lo cuál tendremos que pensar en otro tipo de acercamiento a lo que nuestra pregunta inicial demanda. Pero quedémonos con esto; la fotografía es imagen. Establecer diferencias y similitudes de la fotografía con respecto a otras formas de la imagen tiene que ser por tanto una conclusión y no un punto de partida para nuestro análisis.
Sugerir otro método para abordar esta pregunta tiene que ver con dilucidar aquello que la fotografía ha sido, es decir, con la posibilidad de un acercamiento histórico a la fotografía.
Cabe resaltar que cualquier forma de la imagen (desde literarias hasta el 3D) es una forma del conocimiento que se relaciona con un problema íntimamente humano; EL MOVIMIENTO. El problema del movimiento, es un recelo que se guarda en la conciencia humana de la finitud. El hombre comprende al mundo como algo finito, como algo que constantemente se le escapa de las manos. Sin embargo el alcance de la inteligencia humana no se queda en la mera comprensión de este fenómeno tan peculiar, sino que crea herramientas para comprenderlo. Estas herramientas están contenidas el lo que hemos llamado civilización. En la civilización se encuentran contenidas todas las manifestaciones espirituales: la ciencia, el arte, la religión, el derecho, la política, la tecnología, la historia, etcétera. La ciencia por ejemplo es el paradigma racional de la comprensión del movimiento. La matemática a través del razonamiento deductivo ha creado conceptos (productos de la abstracción) y leyes que no cambian en el cambio. La aritmética, el álgebra y la geometría son un claro ejemplo de ello. La física (a través de la astronomía y la mecánica) en su trato más cercano con el movimiento y con ayuda de la matemática, ha creado también leyes aplicables al movimiento para su mejor comprensión. La química también ha hecho lo concerniente en relación con el mundo de lo pequeño, y gracias a avances tecnológicos de gran envergadura que tuvieron lugar en el siglo XIX, se ha fusionado con la física para mejorar un acercamiento a hechos físicos tales como la electricidad o el magnetismo.
La ciencia explica el movimiento para llevar a cabo objetivos prácticos y concretos. En otras palabras, el conocimiento científico explica y cuantifica hechos en el tiempo con miras a su manipulación futura. Este tipo de inteligencia humana (la científica) se encarga pues de determinar la realidad.
Con el tipo de comprensión social pasa algo similar que con el científico, pues durante el siglo XIX, las ciencias sociales heredaron la metodología científica propia de la física, con lo cual, el curso histórico tendió a ser explicado a través de la método científico basado en relaciones causales y efectuales. La política, el derecho, la religión y otras disciplinas afines se vieron influidas por esta perspectiva.
En el caso del arte esta determinación sobre la realidad no se logra a cabalidad, pues en lugar de intentar manipular el movimiento, el arte lo acepta. Las determinaciones que el arte hace a la realidad son más bien la conciencia de que dicha determinación sucede en sentido contrario que el de la ciencia. En todas las artes, excepto en la música, el ser humano busca perpetuar un instante. La arquitectura y la escultura lo hacen a través del manejo geométrico de materiales que pueden ser dotados de volumen. La literatura, el arte de la escritura, también busca este objetivo a través del sentido de las palabras. La pintura, es quizá la fiel de las artes con respecto a la intención de petrificar el tiempo, pues por medio de la pintura se busca el instante sin más.
Es por este último aspecto que la fotografía puede entenderse como una extensión de la pintura, ello sin olvidar que la evolución del conocimiento científico camina en conjunto. Es decir, que no podríamos separar un tipo de comprensión científica de otra artística o histórica de la realidad, pues se da el caso de que cuando en una de ellas nace una propuesta novedosa y sugerente para entender el movimiento, influencia de manera automática a otras áreas del conocimiento. La perspectiva por ejemplo, durante el desarrollo de la pintura renacentista, tuvo influencia en la elaboración de planos arquitectónicos y de artefactos tecnológicos. El cambio de paradigma en la relación del hombre con dios durante la misma época, traería como consecuencia, en la filosofía posterior, el surgimiento de los humanismos y el abandono paulatino de las creencias ciegas respecto a lo divino. El descubrimiento de la redondez de la tierra, y del heliocentrismo influenciaría rotundamente en las teorías del conocimiento moderno, específicamente en la kantiana con la revolución copernicana del conocimiento.
La fotografía se encuentra pues en medio de todo este conglomerado de hechos históricos. Es por ello que su comprensión puede relacionarse con aspectos de índole científico o con aspectos de índole artístico. De hecho, la fotografía y el cine como tales, nacen con la astronomía y con la una intención radicalmente novedosa de comprender el movimiento. El astrónomo Janssen en sus múltiples intentos por retratar un cometa, o el mismo Muybridge en la investigación zoológica del movimiento de los caballos o el movimiento humano, darían a la ciencia y al arte posibilidades nunca antes concebidas por el género humano. Las principales posibilidades repercutieron no en más de cincuenta años en la manera como entendíamos las relaciones humanas. La desaparición de la exclusividad artística perteneciente al clero y a la burguesía con relación a la pintura, pasó a ser con la fotografía un fenómeno masivo de la imagen. Y a través de ello, la posibilidad de vincular el problema de la imagen con proyectos pedagógicos, científicos y en general civilizatorios. La fotografía traería consigo la posibilidad de iluminar todo aquello que para el género humano estaba influenciado por lo prohibido y lo inconciente. El movimiento, o muchas de las cosas imperceptibles para el ojo humano, son para la fotografía tema superado, pues ésta está capacitada para penetrar en lo más íntimo. La fotografía se diferencia por este sólo hecho de toda manifestación espiritual que la anteceda.
La fotografía no puede ser, por tanto, otra cosa que su propia historia, y en el análisis de su historia podremos descubrir toda diferencia con respecto a otro tipo de manifestaciones que la imagen tiene y ha tenido. La fotografía es el modo contemporáneo por medio del cual hacemos del instante algo eterno. Ese instante es la luz manifestada en algún tipo de material sólido que resiste con mayor fuerza la envergadura del tiempo; este material va desde las sombras proyectadas en una pared, pasando por el daguerrotipo hasta la pantalla y la memoria del ordenador. Eternizar un instante constituye la ilusión mágica de todo conocimiento científico y artístico y de toda intención humana por violar las leyes de la finitud, pues por medio de la fotografía tenemos acceso a formas de vida pasada para nosotros desconocidas por razones naturales. Tener imágenes que reflejen de manera fiel como era el paisaje urbano o natural, o el rostro de una persona, constituye el más alto logro humano en lo que concierne a la civilización. Es la más grande de las ilusiones creadas por la inteligencia humana después de la palabra. ¿O será que la imagen es hija de la palabra?